Entendiendo el dolor
Todo lo que necesitas saber sobre el alivio del dolor muscular y articular
Aquí te explicamos cómo funcionan los diferentes tipos de productos para aliviar el dolor muscular y articular, para ayudarte a elegir el mejor para tu dolor.
Tipos de alivio del dolor
Hay medicamentos disponibles para aliviar el dolor de cabeza, los dolores musculares o articulares y la osteoartritis, por ejemplo. Hay muchos tipos diferentes de analgésicos para elegir y algunos tipos de dolor responden mejor que otros a ciertos tratamientos. Por lo tanto, importante tomar la decisión correcta para tratar tu dolor de la manera más efectiva. Cada uno tiene sus propios pros y contras, pero hay expertos que te ayudan a elegir el tipo de analgésico más efectivo para tu condición.
La primera persona a quien puedes pedirle consejo es tu farmacéutico. Son expertos en todos los medicamentos y, a menudo, pueden ayudarte a encontrar el mejor tratamiento para tu dolor. Si tu dolor es más severo, entonces el médico podría ayudarte a identificar la causa del dolor y encontrar el tratamiento adecuado.
Los tratamientos de libre venta, disponibles sin receta médica, se usan generalmente para aliviar el dolor agudo de leve a moderado. Los medicamentos recetados por el médico generalmente son analgésicos más potentes. Cualquier tratamiento para el alivio del dolor solo debe usarse según las indicaciones del producto, asesoría del farmacéutico o bajo la prescripción del médico.
Si bien muchos analgésicos contienen medicamentos que ayudan a reducir el dolor y la inflamación, también existen productos no medicados, ya que no contienen ingredientes activos. Generalmente estos actúan únicamente calentando o enfriando el área afectada para calmar el dolor y reducir la hichazón.
¿SABÍAS QUE?
Algunas personas nacen con una enfermedad llamada analgesia congénita, lo que significa que no pueden sentir dolor físico.*
Analgésicos
El acetaminofén (paracetamol) es un analgésico que alivia el dolor y reduce la fiebre al dirigirse a las partes del cerebro que reciben mensajes de dolor y controlan la temperatura corporal.
El paracetamol se puede comprar en una farmacia, aunque puede ser recetado por un médico, con una dosis mayor o junto con otros ingredientes activos. El acetaminofén es un ingrediente activo que se encuentra en muchos medicamentos de libre venta y de venta con prescripción, no solo en analgésicos, sino también en medicamentos para la tos y el resfriado. En el caso de la formulación para libre venta, se ha demostrado que es eficaz para las personas que tienen dolor leve a moderado.
AINE's
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE's) están disponibles en forma tópica u oral, tanto sin receta como con receta médica, según el tipo y la concentración del medicamento en particular. Los AINE's ayudan a reducir la fiebre, la inflamación, y alivian el dolor. Algunos medicamentos de la familia de los AINE's son: diclofenaco, ibuprofeno y aspirina.
Los AINE's pueden ser muy eficaces para tratar el dolor provocado por varios tipos de lesiones o trastornos musculoesqueléticos. Cabe señalar que los AINE's orales a veces pueden causar efectos secundarios gastrointestinales o cardiovasculares, mientras que las formulaciones tópicas ocasionalmente pueden irritar la piel en el sitio de aplicación. Por eso, aunque la mayoría de las personas puede tomar AINE's sin ningún problema, siempre es necesario consultar al médico antes de usarlos durante un período prolongado o en caso de que se presente algún problema al tomarlos.
Tratamientos no medicados
Además de los analgésicos, también hay varios tratamientos no medicados que pueden aliviar el dolor. La mayoría actúan calentando o enfriando el área o la articulación afectadas. El tratamiento del dolor por calor actúa aumentando el flujo de sangre en el área donde se siente dolor, por ejemplo, en la espalda. También puede relajar los músculos en la zona afectada.
El tratamiento con frío, por otro lado, actúa sobre las fibras nerviosas mayores, deteniendo temporalmente la sensación de dolor transmitida a las fibras nerviosas menores. El frío puede reducir la hinchazón y la inflamación al contraer los vasos sanguíneos (un proceso llamado vasoconstricción). A menudo se recomienda aplicar hielo en caso de lesiones deportivas, como torceduras de tobillo o rodilla y esguinces, para ayudar a reducir la hinchazón.
*GSK Global Pain Index Research 2020 pg. 12
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